PROMOCIONES ESPECIALES

viernes, 6 de noviembre de 2015

. Intervalo que Rockea .

. Intervalo que Rockea.






Acondicionamiento, tu cuerpo es una esfera de luz. Y se llena de energía al salir el sol.

La clase inicio treinta minutos antes de mi llegada al aula y aun así pude estar presente contemplando a cada cuerpo en acción constante. Flexiones. Estiramiento. Miradas confusas. Pies en flexión. Tu cuerpo es parte de un todo unitario, tu cuerpo es una completitud, tu cuerpo se habitúa, se compromete con las costumbres que le otorgas. Y entonces viene la técnica que te modifica y te previene lo que no está en tu cuerpo.

Pareciera que hacer algo diferente a lo que tu cuerpo incorpora implica una falta de disciplina. Y sin embargo quizá es cuando tu cuerpo tendría que involucrarse más. El resto es burocracia. Y quizás tu cuerpo esta cansado, lastimado o con un corazón entristecido. Pero tu cuerpo, ese cuerpo que siempre te ha acompañado te responde. Siempre responde.

Blusa con líneas de color. Pants rojo. Tenis grises con líneas rosas. Posición cero dice él, y entonces el maestro con voz contundente hace notar que serán ocho juegos de movimiento.  La superficie gris, un linoleum desgastado rodeado por ventanas y un espejo que es ignorado.

La música se escucha entre las respiraciones de cuerpos cansados que se esfuerzan por hacer las acciones de una mejor manera. Es estimulante ver como una puerta abierta que proyecta la imagen de una clase fuera de lo común en una escuela profesional de danza clásica llama a los alumnos que curiosos se quedan viendo desde afuera. Tratando quizá de pelear con el miedo a recibir instrucciones que están fuera de los códigos almacenados en su memoria.

Visitar esta clase para mí fue un hallazgo, debo confesar que en realidad yo tomaría la clase, pero al ser retenida por un compromiso eventual, llegue media hora tarde. ¿Por qué no incluirme a pesar del retraso? Considero que no es justo para los compañeros que han llegado a tiempo tal transgresión a las reglas. Sin embargo decidí observar y compartir desde mi mirada la experiencia de vivir una clase de breakdance en sus principios.

¿Qué es el cuerpo que entrena? ¿Cómo es? Por alguna razón me siento trastocada y nostálgica al ver estos cuerpos en acción. No se si es la emoción de saberme testigo de un acontecimiento tan peculiar o si es acaso la eventualidad de por fin ser egresada de mi licenciatura en dirección. Supongo quizá, que el tiempo se me vino encima y estar presenciando esta clase me hace ser consciente del paso del tiempo en el espacio. Los alumnos en círculo, mientras el profesor en el centro da indicaciones para realizar un “step”… “cambiar el peso”… “regresar”…

Entonces cuando el maestro involucra la cabeza en el movimiento, todos los alumnos se asustan. La formación circular se cierra, luego se abre. Preguntas concretas y el reflejo en el espejo. La secuencia es marcada completa a una mayor velocidad y cada alumno rediseña la frase de movimiento a partir de las habilidades que ha adquirido su cuerpo. Las estrategias de ejecución son distintas, como si el cuerpo se llenara de artimañas para el desarrollo de algo que no conoce pero pretende realizar.

Entonces viene la lateral, ejercicios de trayectoria y desplazamiento. El cuerpo adquiere fuerza, tono y rapidez. Desplantes, saltos y cadencia. El breakdance no es solo la ejecución de un tipo de baile, tiene que ver con actitud, con una manera de ver el mundo y compartir con el otro.

Los cuerpos están cansados y sin embargo estan presentes. La energía sube y baja, circula, choca, rebota, se estremece. Los cuerpos son esferas que dialogan, el maestro juega entonces con una mezcla entre danza clásica y breakdance.  Divierte pensar en algo que va más allá, una mezcla entre lo conocido y lo desconocido.

Son las dos de la tarde y aquí esta la mirada expectante de una servidora preguntándose una y otra vez ¿es verdad que nunca es tarde? Y no lo es. El cuerpo siempre se encuentra ansioso por aprender nuevos impulsos que lo lleven a multiplicar sus medios expresivos. Generando con ello quizá una línea en el diálogo con el universo. Porque somos universos que viven en expansión.

La clase aun no termina y los alumnos siguen entusiasmados por vivir la experiencia de movimiento. Siguen saltando a pesar de las dificultades que se presenten. Pues su cuerpo es el alma viva que tiene como objetivo volar, de cualquier modo y de cualquier forma, no importa la técnica. Lo importante es poder volar y expandirse hacia el universo, fusionarse con el.

El maestro exclama: “Puedes hacer cualquier cosa. Diviértete.”




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